Un libro al que regresaré siempre que pueda: "Memorias de Ultratumba", de Chateaubriand:
"Una de las personas por las que más envidia sentí en esas riberas extrañas fue el aduanero turco del Pireo; vivía solo, guardián de tres puertos desiertos, contemplando las azuladas islas, los brillantes promontorios y los dorados mares. Allí no se oía otro rumor que el de las olas chocando contra la derruida tumba de Temístocles y el murmullo de los pasados recuerdos: en el silencio de las ruinas de Esparta, la misma gloria permanecía muda"
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