jueves, 31 de marzo de 2016

La paloma muerta

El domingo vimos una paloma muerta,
una de las palomas que ayer volaban junta a ella.
Mi hija creía que estaba dormida
hasta que llegó un hombre huraño,
la envolvió en un papel de periódico
y la tiró al contenedor de la basura.
Mi hija me miraba fijamente
y me decía que estaba triste.
Yo ya no podía engañarla
cambiándole la muerte por el sueño.

domingo, 27 de marzo de 2016

El azul lejano

Hacía volar a las palomas
con una rama del árbol en su mano,
corriendo de un lado para otro
sobre las baldosas de la plaza centenaria
un sábado por la tarde del mes de marzo.
Yo escuchaba la música del agua de la fuente
y miraba hacia un cielo azul lejano
más allá del verde de los árboles,
uno de esos cielos azules
que jamás amarillean con los años.




martes, 22 de marzo de 2016

Mosaicos

Aún se podía reconocer el mosaico,
aquel juego de piedras de colores
que había resistido el tránsito de los años.
Me agaché y retiré el polvo de las grietas.
Luego acaricié unos pasos lejanos,
la huella de quien caminó alguna vez
por aquellas baldosas desgastadas.