El zumbido

El zumbido de una abeja
también equilibra el universo,
y el aleteo de esa mariposa,
y las piedras que mueven las mareas.
No solo son Mozart o Beethoven.
Ni tú cuando te sientes el rey del mundo.
Ese simple zumbido que no percibes
entre el ruido del tráfico y el viento
también consigue que Urano y Neptuno
no acaben chocando frontalmente.

Océanos y riberas

Jamás salgo de un cuerpo para ir a otro
ni tampoco me baño dos veces en la misma playa.
Heráclito de Éfeso lo explicó con los ríos.
Yo prefiero besarte y cerrar los ojos
cuando desciendo a tu vientre
como un náufrago perdido.
Y prefiero el océano de tu cuerpo
a todas las riberas presocráticas.

Mapas y utopías

Traza un mapa y síguelo hasta donde alcance la utopía de tu mirada.

Polillas

Hoy era el día en que salían las alas.
Vuelan unos segundos
y se queman contra la luz del flexo.
Luego se arrastran de nuevo
y se convierten en gusanos indefensos.
Casi todas mueren aplastadas.
Solo se salvan las que logran volar de nuevo.

Las nubes

Están las nubes en el horizonte,
de niño me enseñaron
que estaban cogiendo agua en el océano,
todo está azul sobre nuestras cabezas,
pero allí ya oscurece
y se va gestando la borrasca
que acabará mojando las calles
y borrando cada uno de nuestros pasos.