jueves, 13 de septiembre de 2018

Los remansos

Todos los barcos están fondeados.
Un pueblo pesquero, la quietud de la tarde,
todo es sereno, armonioso,
pero tienes que saber que es mutable,
que los barcos nunca están quietos
y que el mar jamás se detiene en ninguna parte.
Si ahora respiras hondo y no piensas en nada,
si eres realmente feliz,
es porque has sabido salvarte de muchos naufragios.
Y siempre es así, por eso no dejas escapar ni un solo paso,
ni te pierdes ningún matiz de ese cielo ya encarnado
cuando baja la marea y atardece lentamente,
como para que aprendas por fin a ser eterno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario